La dependencia de las empresas a una cadena de suministro global sigue creciendo a grandes zancadas junto con la cada vez mayor tendencia hacia la  globalización de la economía. Las catástrofes naturales de 2011 en Australia, Japón y Tailandia han demostrado cuán vulnerable es la cadena de suministro global. El gran terremoto de Japón en marzo de 2011 dio lugar a perdidas sustanciales de Empresas occidentales con operaciones y/o proveedores en Japón, sufriendo interrupción de negocios que costó millones de dólares. Productos como los semiconductores se retrasaron no solo debido a que la producción se detuvo, sino también porque las rutas de envío y los puertos no eran accesibles con normalidad. Esto afectó las industrias a nivel mundial que dependen en gran medida de componentes electrónicos, como la industria automotriz, computadoras o dispositivos electrónicos.

La vulnerabilidad de la cadena de suministro se ha aumentado en las últimas décadas de la mano con los procesos en evolución que promovieron las ideas de «manufactura esbelta» y suministro «justo a tiempo». Ha habido también una creciente tendencia a suplirse globalmente con el fin de reducir aún más los costos a lo largo de la cadena de suministro. La resistencia de la cadena de suministro no solo ha sido puesta a prueba ante catástrofes naturales sino también por la crisis económica mundial, la pandemia de gripe porcina de 2009 y 2010, y la erupción volcánica en Islandia de 2010 con interrupción continua del tráfico aéreo global.

La interrupción del negocio continúa desarrollándose  hacia un problema cada vez más preocupante. Encuestas recientes han demostrado que los líderes mundiales de la industria catalogan el riesgo en la cadena de suministro como la de mayor peligro en la lista de riesgos. Sin embargo, la mayoría de las industrias parecen no tener visión general de sus cadenas de suministro.

Entrevistas con figuras clave de la industria también demostró que muchos
de los encuestados habían experimentado interrupciones en la cadena de suministro y que en muchos casos estas interrupciones no lograron ser minimizadas o resueltas de tal manera que redujeran su impacto. Las partes afectadas han sufrido desde grandes pérdidas de productividad, mayores costos, reducción de utilidades, hasta daño físico de mercancías y daño de reputación.

Interrupciones inesperadas de IT como resultado de los ciberataques, el robo de datos y fuga de información, así como el tráfico de estupefacientes dentro de la carga, es sin duda alguna de las mayores amenazas para el futuro a corto y medio plazo.

Afortunadamente, toda empresa Guatemalteca involucrada directa o indirectamente en la cadena de suministro, puede abordar este riesgo tomando acción inmediata.

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